El río Quevedo soporta la descarga de contaminantes
Un hombre se acercó a las riberas para pescar y luego vender su producto a
comerciantes.
Por: Erika Hernández Lozano.
Una corriente de agua espumosa y maloliente baja por la
tubería ubicada en la calle Vigésima Novena, de la parroquia Viva Alfaro; luego
pasa por un estrecho riachuelo hasta llegar al conocido río Quevedo. Allí el
olor es fétido, basta con estar unos minutos.
Agapito Fernández, en chancleta, sale de su casa para
explicar con más detalles lo que sucede. El morador revela que la peste se
siente mayormente en días soleados y cuando llueve las aguas contaminadas se
rebosan.
“Estas descargas de agua vienen de diferentes sectores pero
son servidas. El señor Julio Mosquera vino una vez en representación del
Municipio y le recomendamos que la tubería sea colocada cerca de las riberas y
no de las casas para evitar los malos olores en la zona”, comenta.
Fernández, quien tiene 50 años viviendo en el sector,
menciona que por las noches “personas sin cultura” llegan con la finalidad de
usar el río como un vertedero. De allí vienen los conocidos gallinazos que
forman parte del paisaje.
La preocupación de Alfredo Calero, otro morador, son las
enfermedades. El ciudadano comenta que por la falta de alcantarillado sanitario
en algunas casas, personas utilizan el afluente para preparar sus alimentos,
además se puede ver a pescadores y ganaderos en su oficio.
Experta
La ingeniera en Gestión Ambiental, Mariela Díaz, informa que
existen alrededor de 18 a 20 fuentes directas de descargas de aguas residuales
al río Quevedo. Esto de acuerdo a una investigación que se realizó en la
Universidad Técnica Estatal de Quevedo (UTEQ) hace dos años.
Pero además de eso, el afluente recibe fuentes indirectas de
contaminación producto de las actividades que se realizan en las riberas, como
agrícolas (pequeños cultivos de verde), personas que lavan ropa, depositan
basura e incluso viven.
“El ducto cajón que construyeron para el estero de El
Atascoso, que es guiado justo antes del puente Sur, es un gran aporte de aguas
residuales”, agregó.
Todas estas contaminaciones alteran las características que
tiene el río, convirtiéndolo inadecuado para mantener la vida acuática y para
realizar las actividades humanas como también el turismo.
Las recomendaciones de la experta ambiental son cuatro:
habilitar el tratamiento de las aguas residuales, crear una Ordenanza para
sancionar a las personas que botan directamente los desechos a las orillas del
río, un proyecto de remediación del ecosistema acuático y otro de la educación
ambiental.
Segunda fase de alcantarillado sanitario
La Empresa Pública de Alcantarillado y Agua Potable
(Epmapaq) pondrá en marcha una firma de convenio que permitirá iniciar la
construcción de la segunda fase del alcantarillado sanitario.
Según las autoridades, esta construcción del alcantarillado
sanitario integral evitará definitivamente que las aguas residuales y negras
vayan a depositarse al río Quevedo para rescatar su fauna y su flora.
El pasado mes de febrero el alcalde John Salcedo Cantos y el
gerente de Epmapaq, Narciso Yong-Fa, se reunieron con representantes del Banco
de Desarrollo del Ecuador para entregar
la información técnica.
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